El mundo se abre cuando lees un libro. Por Alejandra Díaz Millán

Ya sea por coleccionarlos, por trabajo o simplemente porque tuvimos que leer alguno mientras cursábamos la escuela, los libros son parte indispensable de nuestra vida. No siempre tuvieron la misma forma, su origen se remonta al antiguo Egipto, donde aquella civilización plasmaba sus anotaciones en papiros y luego los almacenaban en un lugar específico por clasificación; he ahí el inicio de las bibliotecas. Más adelante, con el apogeo de los griegos, surgió la gran biblioteca de Alejandría, pero si lo pensamos bien, los primeros registros del lenguaje humano son las pinturas rupestres de las cavernas, esto nos lleva a la conclusión de que el hombre necesita plasmar sus vivencias, su forma de pensar y los fascinantes descubrimientos de la vida.
Por esa razón, en 1995, la UNESCO declaró el 23 de abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Su intención es que el conocimiento, la información y la creatividad sean difundidas, pues son patrimonio de la humanidad; así mismo deben ser protegidas, ya que hay esfuerzo y corazón detrás de ello. También se eligió esta fecha porque coincide con la desaparición de tres grandes escritores: Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra e Inca Garcilaso de la Vega. En México hay muchos factores que impiden que los libros lleguen a todos los rincones. Según el INEGI (2023), la población no lectora presenta una mayor carencia de estímulos para la lectura durante la infancia con un 83 %, las principales razones fueron que nunca vieron a sus padres o tutores leer y tampoco los llevaron a bibliotecas o lugares donde se fomentara el hábito de la lectura. Si a esto le sumamos que en varios estados de la República los libros no son traducidos a los idiomas que la población indígena requiere, le sumamos un obstáculo más. Es evidente que falta un largo camino para erradicar este problema, sin embargo, hay muchos programas que luchan para que la literatura llegue a niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad. Actualmente, la sociedad sigue cuestionando el papel de las artes en el desarrollo de las personas, y yo siempre digo que su principal función es la expresión del alma. Un mundo se abre cuando lees un libro, ves una obra de teatro, vas al cine, bailas un buen cumbión, pintas, cantas o cualquier actividad artística que elijas, lo importante es expresar. Hoy, si puedes, regala un libro y una rosa, así lo dicta la tradición para conmemorar y fomentar la lectura. Nunca sabes qué vida estás a punto de cambiar.